La Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela ante la preocupación por la grave situación que viven las comunidades indígenas del país y, en especial, por lo sucedido en la Gran Sabana, emite el siguiente comunicado:
«Ante los sucesos violentos ocurridos a partir de los días 22 y 24 de febrero del presente año en la comunidad de Kumarakapai y sus alrededores en el municipio Gran Sabana (estado Bolívar), así como también en días posteriores en Santa Elena de Uairén (capital del municipio), donde se vieron involucrados tanto indígenas pemón como no indígenas, queremos manifestar nuestro repudio a los hechos incontrovertibles de violación al derecho a la vida, al haber resultado heridos por armas de fuego accionadas por integrantes de cuerpos de seguridad del Estado un grupo de más de veinte (20) indígenas y contar un saldo de al menos siete (7) personas asesinadas. Estos hechos además han impulsado el desplazamiento de más de 550 pemón (entre mujeres, hombres y niños) hacia comunidades indígenas Makushi del estado de Roraima, en el vecino país. Desde la Escuela de Antropología advertimos que los conflictos recientes responden a una realidad muy compleja -y delicada en extremo- que incluye, entre otros factores, los siguientes: a) un clima de tensión en las relaciones políticas que el pueblo pemón ejerce de manera autodeterminada frente al Estado; b) la necesidad en cada uno de los sectores y comunidades de este pueblo indígena de un acceso constante a insumos básicos y medicamentos; c) el impacto del aumento de la minería en los últimos años, tanto en los
territorios indígenas de la Gran Sabana y partes altas de las cuencas fluviales del estado Bolívar, como en las zonas bajas (en estas últimas sobre todo a partir del decreto que definió la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional “Arco Minero del Orinoco”); d) la ausencia de una política estatal coherente, sostenida y sincera con respecto a la demarcación y reconocimiento de las tierras indígenas; y e) la instrumentalización y manipulación de algunos grupos pemón por parte de facciones políticas nacionales y regionales altamente polarizadas.
Condenamos firmemente todo uso desproporcionado de violencia, así como las agresiones sin anteponer ningún tipo de mediación hacia las comunidades indígenas y sus líderes y/o autoridades. También expresamos nuestra solidaridad con el compromiso de mantener con atención el seguimiento a las causas estructurales que deben ser atendidas en función de superar la fuerte crisis que ha generado situaciones graves, que a su vez afectan directamente la vida de todos los pueblos y comunidades indígenas de Venezuela. Lo señalado se inscribe en el contexto general de exclusión y discriminación en el que los pueblos y comunidades indígenas se encuentran, como resultado de la imposición histórica de sistemas culturales ajenos, de manera que en efecto son víctimas de procesos constantes de marginación contrapuestos a la importancia que tiene Venezuela por ser un país multiétnico, pluricultural y multilingüe. La distribución periférica del 80 % de los pueblos indígenas por el territorio nacional es clave para el análisis de lo que sucede en las zonas indígenas, donde se presenta el mayor déficit de atención en salud, se dan las coberturas más bajas de vacunación, las enfermedades infecto-contagiosas tienen las incidencias e índices más altos, se da con mucha frecuencia un subregistro de la información epidemiológica, persiste una expropiación sistemática de sus tierras lo que a su vez genera la ausencia de medios de producción sustentables, así como la falta de acceso al agua potable. Ante estas situaciones muchas comunidades han optado por el abandono de sus territorios ancestrales hacia los centros urbanos más cercanos, pero en los últimos años se han hecho cada vez más frecuentes los desplazamientos de comunidades enteras hacia Colombia y Brasil, sumándose así a la larga lista de problemas específicos que en muchos casos quedan invisibilizados por tratarse, como ya se expuso, de minorías étnicas marginadas. Los espacios académicos, especialmente el nuestro, tienen el deber de participar en la construcción colectiva de soluciones y aportar la amplia experiencia y conocimientos con que cuentan para el abordaje específico, adaptado a sus particularidades, de los problemas que afrontan los pueblos y comunidades indígenas. Sentimos gran preocupación por las graves repercusiones en la salud y la alimentación de las poblaciones indígenas, principalmente originadas en el contexto de la crisis que atraviesa Venezuela. Por esta razón, reiteramos
nuestro compromiso por la consagración de los derechos humanos, comenzando por el derecho a la vida, para que la realidad cotidiana concreta no diste de los avances jurídicos que -en los planos de la salud, la educación y los territorios- se han logrado con la Constitución de 1999.
Instamos a la búsqueda de soluciones sustentables, fundamentadas en una amplia participación indígena y una real voluntad política de las instituciones y actores en todos los niveles y principalmente entre el Estado y los pueblos indígenas organizados como agentes en la lucha corresponsable por mantener las garantías a la vida y la continuidad de los patrimonios cultural, lingüístico y espiritual. Los organismos competentes, en un accionar realmente intercultural con las organizaciones indígenas, deben implementar acciones adecuadas y efectivas con urgencia para frenar la inclemencia con que los efectos perversos del déficit de atención en salud y la pérdida de los entornos naturales azotan la vida de los pueblos y comunidades indígenas.
Desde este espacio estamos dispuestos a colaborar con todas nuestras herramientas en la construcción conjunta de respuestas eficaces y duraderas de alguna urgencia específica. Pensamos que nuestro propósito debe ser implementar la perspectiva intercultural, interdisciplinaria e intersectorial para poder afrontar definitivamente el maltrato causante de la deuda histórica que la nación venezolana tiene con los pueblos originarios».
Ver documento original:http://mediosindigenas.ub.edu/wp-content/uploads/2019/04/Comunicado-EA-UCV-acontecimientos-de-la-Gran-Sabana-2019.pdf
Fotografía: Roger Canals
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