Texto: Amal Tahtahi, Emma Contreras, Luna Lubatti, Carlota Hidalgo, Àlex Retuerta | Fotografías: Documental Margures Managrande. Mirada Nativa
Una reflexión sobre la defensa de la tierra por parte de las mujeres nativas de América a partir del documental Margures Managrande (2019) de Angelica Alape y la cosmovisión que podríamos traernos a casa.
Nos centramos en la historia de tres generaciones de la misma familia – abuela, madre e hija – que viven y permanecen profundamente conectadas a la tierra de sus ancestros: el sur de la región de Totarco-Tamarindo en Tolima, Colombia. Para Marina, Libia y Neyia, aunque entre ellas se separen en años y experiencia, las une un propósito que trasciende la edad: la protección de su tierra sagrada. En el idioma pijao, existe un término para denominar la palabra ‘mujer’ pero cuyas connotaciones van mucho más allá del género; las ‘margures’ son protectoras de la tierra, la conocen, la sanan, la entienden más que nadie en el mundo y poseen un vínculo tan arraigado con ella que pueden hasta sentir su dolor.
Marina y Libia en la cocina. Fuente: Imagen del documental Margures Managrande (2019)
Para ellas, la tierra no solo es el territorio, es el lugar donde están enterrados sus ancestros. La tierra contiene ‘almas’, contiene vida. El agua que fluye por los arroyos y emana de las gargantas rocosas es la sangre de esa tierra sagrada y las margures deben protegerla. Todo cuanto los Coyama saben de la tierra se lo transmiten a las generaciones venideras para así no perder ese vínculo tan importante que fortalece y perpetúa la visión de la importancia de la tierra en la que han vivido desde tiempos ancestrales y que tienen como objetivo mantener para seguir habitándola durante mucho tiempo más. La importancia de las mujeres Coyama-Managrande no solo permanece en los aspectos rituales y espirituales; las mujeres, desde los 12 años, son agentes activas en las estructuras jerárquicas y legislativas de la comunidad, organizando y trabajando en las elecciones de gobernador y tomando las decisiones más importantes en las asambleas populares.
Esta organización es necesaria si quieren enfrentarse al mayor problema actual de los indígenas americanos: la usurpación, contaminación y explotación sistemática de sus tierras sagradas. Actualmente, el territorio sagrado de los Coyama se ha visto afectado en un 80%, y los indígenas solo pueden organizarse para defenderse de las influencias de los terratenientes y las poderosas altas esferas que quieren hacerse con su territorio, practicando la caza, la tala de árboles y la contaminación de las aguas, para así poder utilizar el terreno para la producción insostenible.
Después de ver y analizar este documental, es inevitable cuestionarse qué pasaría si nosotros, las personas occidentales, hiciésemos un ejercicio de recursividad y reformulásemos la visión que tenemos sobre la tierra, le diéramos la importancia que merece y le aportásemos cualidades vitales que nos llevasen a dedicar mucho más esfuerzo y tenacidad en la defensa de esta frente a la crisis climática. Es obvio que en las sociedades occidentales globalizadas no tenemos tanta conexión con la tierra -tal vez ninguna- ya que no nos aporta mucho más que el suelo en el que apoyamos nuestros pies, y que el modo de vida frenético que llevamos no nos da lugar a replantearnos nuestras comodidades por el bien del planeta, pero; ¿y si dependieramos tanto de la tierra como lo hacen los Coyama? ¿Y si empezáramos a transmitir estos principios, valores y conocimientos ontológicos a nuestras futuras generaciones?
Propuesta de ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Fuente: La Sexta Noticias
Temiéndonos el cambio de la cosmovisión de toda una sociedad acostumbrada a la inmediatez y la abundancia como una tarea imposible, solo nos queda nutrir nuestro espíritu crítico y reflexionar sobre la entereza y la dignidad de los Coyama -y de muchos otros pueblos originarios del continente americano- en su mantenimiento y defensa de sus tierras y de que, tal vez, algún día -aunque tarde- seamos nosotros los que por fin entendamos lo mucho que le debemos a la naturaleza y nos veamos obligados a luchar con ese fervor por la naturaleza inspirados por las mujeres Coyama.
Marina, Libia y Neyia realizando un ritual en la cima del Cerro Grande, uno de los lugares sagrados de los Coyama-Managrande.
Fuente: Imagen del documental Margures Managrande (2019)
Como conclusión a este documental y las posteriores reflexiones aportadas, nos gustaría destacar la importancia de la fuerza indígena a la hora de defender la preservación del medio natural a través de sus visiones ontológicas sobre su entorno y relacionar la transmisión de sus conocimientos a los más jóvenes de sus comunidades como herramienta de perpetuación de estos sistemas de sostenibilidad. Es la admiración hacia las comunidades nativas en este sentido que nos lleva a cuestionarnos este traslado de los valores y la relación humano-naturaleza a nuestras sociedades occidentales, mediante la divulgación académica, periodística y social y el establecimiento de modelos y planes educativos a niveles estatales para introducir estas herramientas con tal de añadir nuevas dimensiones de pensamiento que escapan del entendimiento occidentalista.
Referencias:
Margures managrande (2019). Mirada Nativa Margures managrande – Miradanativa.org
Este texto es uno de los resultados del proyecto de mejora docente, “Etnografia, recurso audiovisuals i perspectives locals per l’estudi antropològic de les societats indígenes contemporànies” 2023PMD-UB/002, que tiene como objetivo incorporar el estudio antropológico de las sociedades indígenas contemporáneas en el ámbito universitario promoviendo el uso de Mirada Nativa (plataforma digital con contenidos audiovisuales creados por actores locales), favoreciendo el trabajo de campo etnográfico y llevando al aula los conocimientos y reflexiones de intelectuales, activistas y especialistas indígenas.
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