Texto: Raül Ruiz Soler (Doctorant UB) | Fotografías: Raül Ruiz Soler
EtnoReport
El 1er Encuentro de Diálogos sobre Derechos Culturales. Experiencias y propuestas desde los pueblos originarios, transcurrió los días 27 y 28 de abril de 2024 en la casa-taller artesanal indígena “XIDO NGU” (casa de Tepetate en lengua hñähñu). Este espacio se localiza en la comunidad de El Deca del municipio del Cardonal, en el árido Valle del Mezquital, Hidalgo, México. El encuentro se articuló desde las inquietudes y los hartazgos de varios de los pueblos participantes en cuanto a la violación de sus derechos culturales (apropiación cultural indebida). Los participantes se reunieron para dialogar sobre las estrategias de defensa frente al despojo cultural.

Mapa de la zona geográfica donde se llevó a cabo el evento. Fuente: Raül Ruiz.
Por un lado, entre las allí (auto) convocadas se encontraban las anfitrionas de la sede para el primer encuentro, representantes de Naciones (así se autodenominan) Otomí-Hñähñu del Valle del Mezquital adherentes a la colectiva Guardianas de la Cultura Ancestral; delegados de la Nación Nahua de la sierra norte de Puebla; miembros Otomí-Hñähñus de Santiago Mexquititlán, Querétaro, y la Nación Totonaca a través de la presencia del Consejo Nacional de Voladores.

Construcción del espacio comunitario Xido Ngu sede del evento
Por otro lado, acompañó el evento el Centro de Estudios y Derechos Culturales (de la CDMX). El rol del colectivo se centró en la co-creación de las mesas de trabajo, su moderación, relatoría y la sistematización de toda la información. La grabación audiovisual de las actividades, que se extendieron durante dos días de trabajo, así como la instalación de todo el equipo técnico, fue realizada por miembros de la Universidad del Bienestar Benito Juárez García- Sede Papantla.
Además, la gran importancia de los medios libres allí presentes como, por ejemplo, la radio comunitaria indígena XIMAI (atmósfera que envuelve al mundo, en lengua Hñähñu) que a través de las encargadas del programa “Vive tu comunidad” realizaron entrevistas y se encargaron de la transmisión de la rueda de prensa final.
En términos metodológicos, el encuentro se enmarcó en los principios de autogestión y apartidismo y se organizaron tres ejes/mesas de trabajo: a) Comunidad y organización social ante la defensa, b) Patrimonio, Turismo y Mercado y, c) Seguridad comunitaria y tipos de violencias. Todas las comunidades allí representadas participaban de las discusiones.

Espacio de trabajo habilitado. Fuente: Raül Ruiz, 2024.
Durante los dos días de trabajos, el núcleo duro del evento consistió en el intercambio de experiencias, la visibilización de las problemáticas y la sensibilización de la defensa del patrimonio biocultural. Desde un “diagnóstico autorreflexivo” como herramienta de análisis se promovió una aproximación endógena y crítica apegada a la realidad de las comunidades.
Mesa de trabajo 1: Comunidad y organización social ante la defensa
La mesa de trabajo se articuló desde la pregunta: ¿Cómo se organizan para la defensa de su PCI? Las compañeras participantes compartieron experiencias sobre cómo ha sido el rol de sus comunidades en cuanto a la movilización para proteger sus tradiciones y formas de vida frente a las amenazas externas del despojo cultural.
Los practicantes de la ceremonia ritual de voladores, describieron cómo han fortalecido sus estructuras y relaciones interétnicas, lo que les ha permitido negociar con el Estado y enfrentar a las empresas: “Vamos a las comunidades a ver sus necesidades y a dialogar”. […] “Nuestra voluntad como Consejo Nacional es exponer la propia defensa para abrazar otras causas…”, resaltando, de este modo, una de las finalidades del encuentro: la interconexión y apoyo de las luchas. A lo que refiere, son a los dos casos de éxito que los voladores de Papantla ganaron contra la cervecera Heineken y la empresa internacional de créditos rápidos MoneyMan por la usurpación de su propiedad intelectual colectiva.

Inicio de las mesas de trabajo. Fuente: Archivo interno del encuentro, 2024.
Asimismo, un practicante de la danza ritual del volador explicó la implementación de “escuelitas” en cuanto a la transmisión de conocimientos; pedagogías internas basadas en el fortalecimiento y el respeto hacia las herencias culturales que preservan, desde la lengua propia, la memoria de los pueblos. Además, en varias intervenciones se hizo énfasis en cómo el simbolismo de la vestimenta tradicional juega un rol central, tanto dentro de las comunidades: “Al vestir el traje típico, representamos todo el entorno, la flora, la fauna, la “Flor y canto” que es la sabiduría de las comunidades”; como fuera de las comunidades, en la defensa cultural: “Nuestra vestimenta es una forma de legitimación al presentarse frente a las instituciones”.

Participante Otomí-Hñähñus de Santiago Mexquititlán, Querétaro. Fuente: Raül Ruiz, 2024
Varias bordadoras Otomí-Hñähñus coincidieron en que las formas propias de organización social son las encargadas de transmitir, desde tiempos lejanos, los saberes y conocimiento de forma matrilineal; sentenciaba una participante: “Se sostiene a la cultura y a la familia desde un bordado”. En el presente contexto de violación a los derechos culturales de los pueblos donde el expolio cambió de target, se afirmaba: “Las indígenas estamos en lucha; ahora, por la cultura”.
Mesa de trabajo 2: Patrimonio, Turismo y Mercado
La segunda mesa generó un intenso debate sobre las problemáticas y desafíos que enfrentan los pueblos ante la mercantilización de su cultura.
Se discutió, en profundidad, el concepto controversial de “patrimonio” (tanto en su definición académica como jurídica); ¿Qué es el patrimonio cultural inmaterial para nosotras?” […] “¿Qué defendemos del patrimonio…?”, lanzaba al aire un practicante. Quedó claro que los problemas conceptuales son externos -e impuesto- a las comunidades, pero, como evidenciaba una mujer otomí se convierte en un modo de estrategia de defensa: “Tenemos que aprender su lenguaje [jurídico y académico] para enfrentar las demandas”. Otra compañera concluía: “Ya vimos que, hablar su idioma sobre nuestros derechos propios fue lo que fortaleció la lucha frente a los funcionarios”.

Taller de hilado y tejido del espacio comunitario Xido Ngu sede del evento. Fuente: Raül Ruiz, 2024.
Por otro lado, el binomio turismo-mercado no estuvo exento de discusión. Sabemos, que el turismo es fuente de sustento para las comunidades indígenas, pero también una amenaza para la preservación y protección de su cultural. Por ello se planteó la necesidad de encontrar un equilibrio entre la promoción del turismo y la protección de las tradiciones y costumbres de las comunidades que pase por la autogestión de sus recursos turísticos.
Mesa 3. Seguridad comunitaria y tipos de violencia
En la tercera mesa se abordaron las múltiples violencias que enfrentan las y los defensores junto a sus estrategias de autocuidado comunitario, todo ello desde la pregunta guía: ¿Qué tipos de violencias han recibido desde la activación de las demandas y qué protocolos internos han activado para su seguridad?
Varias personas denunciaron la violencia estructural, «colonial,» simbólica y de género que sufren durante el camino de defender sus elementos culturales despojados. Un ejemplo aglutinador de todo lo anterior es la frase: “¿No sabes de qué te vas a morir?” Esta sentencia, la comparte una compañera que es la cara visible de una demanda mediática por la apropiación cultural indebida en el Estado de Hidalgo. La amenaza fue lanzada por una representante del Gobierno durante una reunión pública (grabada) entre la comunidad y las instituciones estatales que se les supone “garantes” de defensa del patrimonio cultural.

Participantes Otomí-Hñähñus del Valle del Mezquital. Fuente: Raül Ruiz, 2024.
En suma, son descalificaciones, amenazas, insultos o el cierre de puertas a las ayudas de las instituciones para confrontar algunas de las violencias históricas ejercidas y que las instituciones perpetúan por el poder que ostentan en estos procesos; todo ello, para criminalizar o frenar las demandas por despojo cultural. Lo anterior lo atestigua el sentipensar de las y los compañeros a viva voz: “Durante las demandas pensaba: ¿y si no ganamos? ¿Y si nos meten a la cárcel?”. A lo que otra participante agregaba: “Sentí miedo a los desplazamientos nocturnos, por despido laboral, por mi familia…”. «Yo, tengo miedo a que me maten…» afirmó a modo de cierre una de las participantes de la mesa.
Las violencias descritas más arriba no frenan a los pueblos a la hora de hacer efectivos sus derechos. Como forma de autocuidado, entre otras logísticas internas compartidas durante el evento, una compañera proponía: “Como estrategia, no hay que apoyar a ningún candidato político, sería una contradicción. Los apoyos siempre vienen condicionados; vienen a dividirnos”.
Algunas reflexiones finales
Lo primero que salta a la vista frente al fenómeno del despojo cultural (apropiación cultural) es cierto “margen de legalidad” a este delito, lo cual produce un desequilibrio de poder, ya que a menudo ocurre desde una cultura dominante hacia una cultura subordinada.
Desde las propias experiencias de las comunidades se pudo constatar la diversidad de enfoques para enfrentar la problemática del despojo cultural. Evidenciando su capacidad histórica para generar propuestas innovadoras desde sus propias formas internas de organización social, el pluralismo jurídico posiciona un carácter profundamente político como sujeto de derecho.
De la mano de los marcos jurídicos nacionales e internacionales que dan cobijo a los pueblos es que, integrantes de los pueblos como el Totonaco o el Hñähñu-Otomí, sustentan las presentes demandas frente a diversas instituciones del Gobierno. Bajo estos principios de Ley es que se reclama la disculpa pública de todas y cada uno de los implicados, el resarcimiento del daño, así como el otorgamiento de garantías de no repetición.
En consecuencia, las comunidades, bajo el principio de autoadscripción, solicitan que se reconozca al pueblo como sujeto de derecho público. Así, se actúa jurídicamente con personalidad colectiva, amparada y reconocida por los principios y normas del Derecho Internacional y Constitucional, atendiendo a los principios, criterios y jurisprudencia definidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

rueda de prensa del final del evento retransmitida por la radio comunitaria indígena XIMAI (atmósfera que envuelve al mundo, en lengua Hñähñu) a través de las encargadas del programa “Vive tu comunidad”. Fuente: Raül Ruiz, 2024.
El Primer Encuentro de Diálogos sobre patrimonio Ancestral y Derechos Culturales culminó de forma asamblearia para articular la co-creación de la rueda de prensa final. Sucintamente, las palabras de Elizabeth Jiménez (D.E.P), presidenta de la colectiva y vocera Otomí-Hñähñu al frente de una de las demandas por despojo cultural en Hidalgo:
“Estas jornadas de trabajo, más bien círculos de diálogos, han permitido precisamente, recibir, a hermanos indígenas de Puebla, de Veracruz y a las hermanas queretanas. Estuvimos prácticamente cuatro Estados. […] Reconocer que este evento que se realizó precisamente, que es un espacio autogestionado, es decir, todos nos desplazamos por nuestros propios medios con la finalidad precisamente de verter cada una de las problemáticas que cada pueblo originario tenemos. Esta, yo creo, es la parte fundamental de nuestra reunión que analiza precisamente que tenemos diferentes problemáticas al interior de cada pueblo originario y, el poder dialogar, y ver incluso posibilidades de organización. Hoy, quiero celebrar que pudimos cerrar estos círculos de diálogo a través de la conformación de un Frente de defensa cultural de los pueblos originarios; lo que va a permitir precisamente ir sumando las diferentes necesidades”.
*Post-etnogràfic: En el texto, se han omitido las citaciones, los nombres de las y los participantes con la finalidad de mantener su anonimato para proteger su integridad física por estar estos inmersos en procesos de demanda judicial activos.
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Esta acción forma parte de la ayuda de investigación IndiRec, la cual tiene como objetivo fomentar la investigación con los pueblos indígenas de América Latina orientada a defender sus derechos; avalado por un proyecto de la Agéncia Catalana de Cooperació a la convocatoria 2022 en la línea de Educació per al Desenvolupament.
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