Santa Marta al día, informa
Koguis, Wiwas y Arhuacos, preparan con pagamentos y ritos ancestrales el inicio de la cuarentena nacional.
En medio de la selva y la biodiversidad que esconde la Sierra Nevada de Santa Marta, viven 105 mil hombres y mujeres descendientes de 3 culturas indígenas, Koguis, Wiwas y Arhuacos, que desde tiempos inmemoriales han poblado este macizo montañoso. Su forma de vida les permite hacer un análisis al momento que vive el mundo producto del COVID-19.
Rogelio Mejía, vocero de estos asentamientos ubicados en el departamento del Magdalena, conformados por 34 mil indígenas, hace su propia reflexión de la crisis que como en décadas pasadas una vez más amenaza con la extinción de la raza humana.
“Para la cultura nuestra la enfermedad de los hombres, es la enfermedad de la naturaleza, porque cuando esta se enferma también se enferma el cuerpo humano. Creo que hoy día nosotros tenemos riesgos, como la pandemia del coronavirus”, aseguró mejía. Pero a la vez aprovechó para vaticinar el futuro que le espera a las generaciones por el poco cuidado que han tenido con el medio ambiente.
“El calentamiento global, hacia dónde va el planeta, va tener consecuencias más profundas que las que estamos teniendo hoy, por eso es necesario que el hombre reaccione frente al cuidado de la naturaleza, porque el ser humano es un elemento más de la naturaleza, y no dueño de ella. Ese fenómeno va a matar más gente que el mismo COVID-19”, continuó.
MEDIDAS DE CUARENTENA Y PAGAMENTOS AL AIRE
Las comunidades indígenas se acogerán a las disposiciones nacionales a través del confinamiento obligatorio, por lo que han prohibido el ingreso y salida de cualquier persona desde y hacia sus resguardos. La medida fue concertada con los cabildos de cada asentamiento.
“Nos hemos puesto de acuerdo para que no existan desplazamientos hacia la ciudad, así como tampoco va a llegar gente de otro lugar. Pero se hace necesario el apoyo del Estado con la entrega de mercados para que la gente pueda estar mejor”, dijo el vocero de los nativos.
Por su cuenta, la IPS Indígena, que presta el servicio médico en la zona, ha venido realizando un despliegue informativo para que no exista un desconocimiento de las causas y efectos de la pandemia.
Pero a la par que se concientiza a los pueblos, asimismo estos realizan rituales y cultos de pagamento a la naturaleza y al aire, para evitar que se expanda la enfermedad en más lugares del mundo.
“Desde que se anunció el virus hemos venido haciendo ceremonias al aire sobre todo, que es quien trasmite la enfermedad, siendo también un elemento sin el que el hombre puede vivir”, aseveró Rogelio.
“SOMOS CONSCIENTES QUE SI EL VIRUS LLEGA, PUEDE ACABAR CON TODA LA COMUNIDAD”
Las recomendaciones han sido acatadas en cada rancho de los Koguis, Wiwas y Arhuacos, ellos son conscientes del enorme peligro que corren toda vez que su actividad social está basada en la vivencia comunitaria, y de abrirle paso a la patología podría traer consecuencias irreparables.
“Todo lo hacemos en comunidad, si el coronavirus llega nos puede acabar inmediatamente porque nosotros somos muy unidos y colectivos, las cosas se hacen en consenso, lo que representa una amenaza más grande que para cualquier sociedad”, concluyó Mejía.
Los indígenas apelen a los beneficios que todavía puede ofrecer la naturaleza en la parte alta de la Sierra, como el aire puro y el silencio de la selva, para resguardarse durante este tiempo. Sin embargo, de darse una emergencia confían en el auxilio del Gobierno para el traslado y atención del posible infectado.
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