MEDIOS INDIGENAS, difunde
La RED DE MUJERES RURALES DE COSTA RICA, ASOCIACIÓN TINAMASTE, en un comunicado del 20 de marzo de 2020 da cuenta de la situación de las mujeres indígenas rurales de Costa Rica y de sus familias a raíz de la pandemia de COVID-19.
En su escrito explican que la poblaciones indígenas rurales de Costa Rica tienen un acceso muy limitado a la información, que se reduce a la que reciben a través de la televisión nacional, pues al no tener acceso a internet quedan excluidas de la información abundante se circula a través de las redes digitales.
Las mujeres denuncian una situación económica que las coloca en una posición de vulnerabilidad, tanto porque necesitan movilizarse para asegurar la subsistencia para sus familias aumentando las posibilidades de contagio, como porque son violentadas por la policía cuando realizan sus actividades de venta ambulante. Para ellas la protección sanitaria se está convirtiendo en una excusa para justificar la violencia y la discriminación de clase:
«…bajo la excusa de la protección sanitaria, la policía persigue a las mujeres que requieren vender sus productos para poder llevar comida a sus familias. todas nosotras estamos paradas, vendemos cúrcuma, huevos, cacao, hacemos cajetas de leche y confites de cacao, vinagre casero y otras cosas, o le ayudamos a vender a otras mujeres y eso ya no lo podemos hacer. Pero no está prohibida la venta de alimentos en los supermercados, por supuesto. ¿Serán motivos sanitarios o será otra manifestación de discriminación de clase?»
Exigen que la actual situación de pandemia revierta en una mayor solidaridad del gobierno del país hacia las poblaciones rurales e indígenas. Un primer paso hacia ello sería su apoyo a la producción y al consumo de productos locales.
En este comunicado, la Red de Mujeres Rurales de Costa Rica, manifiesta también su preocupación de que la situación de confinamiento agrave la violencia impune hacia las comunidades de los finqueros que han colonizado los territorios indígenas con la connivencia del Estado. Recuerdan los asesinatos de dos dirigentes indigenas, activistas de la lucha por la recuperación de los territorios indígenas, Sergio Rojas y Yerhy Rivera. Frente a estas actuaciones violentas, el Estado no ha actuado contundentemente para la protección de las comunidades indígenas. Las mujeres temen que el confinamiento sanitario permita a estos finqueros actuar aún con mayor impunidad:
«En estos momentos los finqueros se sienten seguros, confiados y están en total impunidad. Eso les permite seguir quemando casas, cosechas, entrar en espacios privados y robar objetos, amenazar de muerte y violación a las mujeres. Se preveé que el encierro en las casas va a provocar más violencia en las familias y como mujeres debemos acompañarnos para que eso no suceda, pero ¿quién nos va a proteger de la violencia de los finqueros en los territorios indígenas?»
Finalmente, inciden en el desequilibrio medioambiental y en la destrucción de la Naturaleza, inherente a la economía del Estado neoliberal, como las principales causas de la expansión de las enfermedades en el mundo. Este claro diagnóstico les permite hacer propuestas para salir del coronavirus que van más allá de las medidas sanitarias. La solución, insisten, pasa necesariamente por cambiar las condiciones de concentración económica y de concentración de la tierra. Se trata de construir otra forma de ser y estar en el planeta a través de la lógica indígena y campesina que expresan en los siguientes términos:
«Las mujeres del campo en el mundo hemos demostrado que desde otra lógica podemos producir los alimentos para nuestras familias y comunidades y comercializar en el espacio local para alimentar al mundo, que podemos producir manteniendo equilibrio con la naturaleza, siendo parte de ella y no explotándola. Ante la crisis de salud, de alimentación y de ambiente, solo hay una salida, distribución de la tierra, no acaparamiento de semillas, producción sin agrotóxicos, diversidad en la producción. Solo promoviendo la producción campesina, facilitando los mercados y las cadenas de distribución para poder comercializar nuestros productos, con la participación de las mujeres en la toma de decisiones y control de los bienes en las comunidades podremos construir otras formas de producir, otra forma de ser y otra forma de estar en el planeta».
Leer comunicado completo a través de este enlace: http://mediosindigenas.ub.edu/wp-content/uploads/2020/04/Las-mujeres-del-campo-y-el-coronavirus.pdf
Para saber más sobre la Red de Mujeres Rurales de Costa Rica: http://iberculturaviva.org/portfolio/red-de-mujeres-rurales-de-costa-rica-semeando-autonomia-e-luta/?lang=es
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