Texto: Francisco Miguel Gil García | Fotografías: Francisco Miguel Gil García
1º de Agosto de 2023. Día de la Pachamama.
Por las principales arterias de Buenos Aires discurre el Tercer Malón de la Paz. A primera hora, algunos comentaban que había demasiadas banderas, demasiados colores, demasiados disfraces. Algunos incluso lamentaban que las comunidades originarias, llegando a la capital, habían sido secuestradas por las organizaciones políticas. Nada que ver.
Desde que el pasado 16 de junio iniciaron sus protestas cortando distintos puntos de las rutas nacionales 9 y 52 en la provincia de Jujuy, todo el tiempo han defendido que su lucha no estaba manipulada políticamente. Hoy también. Se han dejado acompañar, sí, pero el Tercer Malón de la Paz se ha mantenido firme en su principal reclamo: que caiga la reforma constitucional impuesta por el gobernador Gerardo Morales. Una reforma, dicen, que deja la puerta abierta a la expropiación de tierras y a la depredación de los recursos naturales. El extractivismo minero y la explotación del litio llevan tiempo causando graves daños medioambientales en la provincia de Jujuy. Contaminando acuíferos, desviando cauces, secando cuencas. Hoy más que nunca resuena una de las consignas que se vienen repitiendo desde el principio de las protestas: «La Pacha no se vende, la Pacha se defiende».
Agraviadas. Reprimidas. Ignoradas. Ninguneadas. Cansadas de todo ello, las comunidades originarias de Quebrada y Puna, de los valles y de las yungas de Jujuy arrancaron a andar desde La Quiaca el pasado 25 de julio con rumbo a la capital federal. 3.000 kilómetros a lo largo de los cuales se han ido sumando a este Tercer Malón de la Paz comunidades y pueblos originarios de todo el país. Para dejarse ver. Para hacerse oír. Para plantear sus reclamos a los poderes de la Nación. Así han llegado hasta la plaza Lavalle, frente a los Tribunales. Y ahí piensan quedarse acampados hasta ser atendidos por la Justicia. Hasta que, como piden, se haga justicia.
En los jardines de la plaza, como procede de acuerdo con la fecha, han realizado una ofrenda a la Pachamama. Con respeto. Según la tradición. Para seguir existiendo. Para seguir resistiendo. A partir de mañana comenzarán las reuniones en los despachos. Hoy, de momento, las miradas se dirigen a la Madre Tierra. Veremos qué depara el futuro. ¡JALLALLA!
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